Guía de cuidados

Cuidado de tus joyas

Usamos distintos materiales que requieren distintos cuidados. Aun así, en general te recomendamos:

  • Evitar el contacto con perfumes, cremas o productos químicos.
  • Guardar siempre tus joyas en un lugar seco y protegido.

A continuación, te contamos cómo cuidar cada material.


Plata
  • Oxidación natural: la plata puede oscurecer con el tiempo y generar una pátina. Es algo natural. Puedes limpiarla en casa con un paño suave y jabón neutro, o con productos específicos para plata. También se puede recuperar el brillo de forma profesional si lo prefieres.
  • Almacenaje: guárdala en un lugar seco, en su caja o envuelta en tela, para evitar rayaduras y exceso de contacto con el aire.
  • Evita el agua y químicos: quítate la joya para ducharte, nadar o usar perfumes y cremas.
  • Uso diario: la plata es un metal noble pero puede rayarse o deformarse, así que evita golpes o actividades intensas con ella puesta.

Piezas bañadas en oro
  • Las piezas de plata o latón con baño de oro tienen una capa de oro de 18K (chapado>3micras) aplicada sobre el metal. Con el uso y el paso del tiempo, el baño puede ir desvaneciéndose, especialmente en zonas de mayor roce como anillos o pendientes.
  • No es un defecto, es parte del proceso natural de la pieza y de su vida. Cuando esto ocurra, se puede rebañar / volver a dorar, recuperando su aspecto original.
  • Para que el baño dure más tiempo:
    • Evita perfumes, cremas, agua o sudor directo sobre la joya.
    • Guárdala separada de otras piezas para evitar rozaduras.
    • Límpiala solo con un paño suave y seco, sin productos abrasivos.

Resina

La resina es muy resistente y ligera, pero requiere algunos cuidados para conservar su color y brillo:

  • Evita exposición prolongada al sol: podría amarillear o perder intensidad.
  • Guárdala protegida: en un lugar fresco, seco y dentro de una bolsita o tela para evitar rayones.
  • Limpieza: utiliza un paño suave y seco. Si está sucia, agua templada con jabón neutro y sécala muy bien.
  • Evita agua y químicos: quítatela para ducharte, nadar o aplicar cremas, perfumes o alcohol.